"Sara López es una abogada fría y sin escrúpulos incapaz de amar a nadie", así empiezan siempre las reseñas de la trilogía, y es que está tan arraigada a ella esa personalidad, que no puedes entender el libro si no sabes eso de antemano.
Sara no ha vivido en su casa con unos padres amorosos. Su padre, abogado prestigioso como ella, es un hombre frío, distante; y su madre, una mujer a la que solo le importan los lujos y el aparentar, solo quiere mantener su estatus pese a todo.
Sara no sabe lo que es amor, no le importa ni lo desea. Sabe que su padre una vez estuvo enamorado (y no de su madre precisamente) y eso le hizo perder casos, así que como no es algo que haya experimentado en su vida, piensa que puede prescindir de él. Es más, debe prescindir de él. No ha tenido relaciones serias, y con el único con el que tiene relaciones sexuales esporádicas, es un compañero de trabajo que tiene muy claro que ella nunca le dará más que eso.
Por eso, cuando conozca a Alejandro y se dé cuenta de que él es todo lo contrario a ella, le deja muy claro que no es de las que se enamoran, se casan y forman una familia.
Creo que Sara López es de mis personajes femeninos el que sufre una transformación más grande a lo largo de la novela. La bondad, el cariño, el carácter caliente de su profesor de baile favorito, la irán cambiando poco a poco hasta que se dé cuenta de lo vacía que ha estado toda su vida y de la falta que le hace el amor. El problema es que como no está acostumbrada a tener una relación con nadie, los altibajos que van surgiendo la hacen plantearse continuamente si merece la pena, pues le queda demasiado grande y desconcentrarse de su trabajo, para lo que ha vivido siempre en cuerpo y alma, es algo que ni quiere ni se piensa permitir.
Si quieres saber más sobre Sara López, descárgate la trilogía QUIERO BAILAR CONTIGO pinchando aquí
No hay comentarios:
Publicar un comentario